domingo, 30 de enero de 2011

EL VINO EN LA BIBLIA

En el Antiguo Testamento se utilizan varias palabras hebreas que se traducen como vino: YAYIN (vino), TIROSH (jugo de uvas, vino sin fermentar), SHEKAR (licor o vino intoxicante), KAMAR (vino, equivalente a YAYIN), MAMSAK (vino mezclado), COBE ( vino, borracho), y finalmente, ASIS (jugo de uvas, vino sin fermentar). La primera mención de vino en la Biblia es en Génesis 9:21, donde se relata como Noe se embriago con vino (YAYIN). Las consecuencias fueron negativas. Estaba desnudo como producto de la embriaguez y su hijo Cam lo vio. Como consecuencia de este acto, Noe lo maldijo (9:25). En Genesis 19:32, las hijas de Lot, al ver que no tenían descendencia, decidieron emborrachar a su padre con vino (YAYIN), de modo que pudiesen acostarse con el y quedar embarazadas. Las consecuencias fueron negativas para el pueblo de Dios, pues de esta unión prohibida, surgieron los moabitas y los amonitas, grandes enemigos del pueblo de Dios en los tiempos del Antiguo Testamento. Dios prohibió a los sacerdotes tomar vino (YAYIN) antes de entrar al santuario (Levítico 10:9, Ezequiel 44:21). Esto tenia una razón de ser:"PARA PODER DISCERNIR ENTRE LO SANTO Y LO PROFANO..." (Levítico 10: 10). Durante el tiempo que el pueblo de Israel estuvo en el desierto, no tomaron vino (YAYIN) según Deuteronomio 29: 5, 6. Dios le dijo a su pueblo que el vino (YAYIN) de Sodoma era como veneno de serpientes (Deuteronomio 32: 33). Con tal motivo en mente en Proverbios 23: 32, el consumo de vino (YAYIN), se compara a la mordida de una serpiente. Sansón fue escogido por Dios para un trabajo especial. Dios dio instrucciones claras a su madre en cuanto al no dar de tomar vino (YAYIN) a Sansón (Jueces 13:4). Esto tiene una razón de ser. Proverbios 20:1 dice que el que yerra por el vino (YAYIN), no es sabio. La Biblia nos anima a ni siquiera mirar al vino (YAYIN) cuando rojea (Proverbios 23:31). Proverbios 31:4, dice que no es para los reyes beber vino (YAYIN).
En Génesis 10:26-40, se relata como Jacob fue bendecido por Isaac y en su bendición, Isaac le dijo a su hijo:" Dios , pues, te de del rocío del cielo, y de las grosuras de la tierra, y abundancia de trigo y de mosto (TIROSH). Tirosh en Hebreo significa jugo de uvas o vino sin fermentar. En Nehemias 10:37, el profeta le recuerda a su pueblo lo que decía la ley con relación a las ofrendas que ellos deberían de traer a la casa de Dios, "Que traeríamos también las primicias de nuestras harinas y nuestras ofrendas y del fruto de todo árbol y del vino (TIROSH) y del aceite para los sacerdotes..." A los sacerdotes se les daba TIROSH (jugo de uvas, vino nuevo, mosto) y no YAYIN (vino fermentado). Recuerde que ellos no podían tomar YAYIN (vino fermentado) antes de entrar al santuario. Dios les hizo una promesa a sus fieles en Proverbios 3:9, 110, "Honra a Jehova con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; y seran llenos tus graneros con abundancia y tus lagares rebozaran de mosto" (TIROSH). Dios no les promete YAYIN, sino TIROSH. Jeremías 31:12, dice: "Vendrán y darán gritos de gozo en lo alto de Sion y correrán al bien de Jehova, al pan, al vino (TIROSH), al aceite y al ganado de las ovejas de las vacas; y su alma sera como un huerto de riego y nunca mas tendrán dolor." Esta es una profecia concerniente al retorno de el pueblo de Israel a su tierra desde la tierra del norte. TIROSH, no YAYIN, es uno de los bienes de Jehova para su pueblo. Dios hablando acerca de su pueblo infiel dice:" Pues ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino (TIROSH) y el aceite..." Dios no le daba YAYIN a su pueblo, sino TIROSH.
El Nuevo Testamento utiliza mayormente dos palabras en Griego para vino: OINOS (vino fermentado) y GLEUKOS (vino dulce, jugo de uvas, mosto, vino sin fermentar). En S. Mateo 9:17, dice:"Ni echan vino nuevo en odres viejos..." La expresión griega: OINOS NEOS se refiere al jugo de uvas en este caso. NEOS significa nuevo. Juan el Bautista fue otro hombre que Dios escogió para una misión especial, anunciar la llegada del Mesías. De Juan se dice que no tomaba vino ni licor (S. Lucas 1: 15). En Hechos 2:13, durante el día de Pentecostés, algunos se burlaban de los apóstoles y decían que estaban borrachos, o "llenos de mosto (GLEUKOS)". En otras palabras, borrachos con jugo de uvas. Recuerde que se estaban burlando de ellos. Nadie se emborracha con jugo de uvas. El nuevo Testamento nos llama a no embriagarnos con vino (OINOS) en lo cual hay libertinaje (EFESIOS 5:18). Alguno puede decir, lo que Pablo prohibe es emborracharse, no tomar moderadamente. Pero, el apóstol Pablo en 1 Timoteo 3:3, da instrucciones a los obispos y dice claramente a estos:" no dado al vino" (PAROINOS). Este versiculo utiliza la palabra griega PAROINOS, que se traduce literalmente ESTAR CERCA DEL VINO. En otras palabras, los obispos, al igual que los sacerdotes del Antiguo Testamento, deberían mantenerse alejados del vino. La traducción no dado al vino, no es una traducción literal de la palabra griega PAROINOS. Esta palabra insinúa que hay que mantenerse alejados del OINOS (vino fermentado). Y esto se debe a lo mismo que Dios estableció en el Antiguo Testamento, para que sepan hacer diferencia entre lo santo y lo profano.
El vino (OINOS) se asocia con el furor de la fornicación de Babilonia y con furor de Dios en Apocalipsis 14: 8, 10. OINOS se asocia con la fornicación de Babilonia la Grande en Apocalipsis 17: 2. OINOS es el vino embriagante. GLEUKOS no se asocia con Babilonia. Durante la pascua se tomaba GLEUKOS, no OINOS, ya que durante la pascua no se podía tomar bebidas fermentadas, ni comer pan leudado (con levadura). En Éxodo 12: 20, donde se prohibe comer ninguna cosa leudada durante la Pascua, la palabra Hebrea usada es CHAMETZ, que significa fermentado. Tanto la fermentación como la levadura eran símbolos del pecado. O sea que durante la celebración de la Pascua con sus discípulos, Jesús no tomo OINOS (vino fermentado), sino GLEUKOS, el fruto de la vid, jugo de uvas (S. Mateo 26: 29). Al instituir Jesús la cena, esta tomo el lugar de la pascua (S. Mateo 26: 17-29; 1 Corintios 5: 6-8). Jesús celebro la cena con sus discípulos un día de pascua y en ese día no se podía comer o beber pan con levadura o cosa alguna fermentada. Durante la celebración de la Pascua con sus discípulos, Jesús no tomo vino fermentado, sino, jugo de uvas.

viernes, 28 de enero de 2011

CANDELABRO DE SIETE BRAZOS

Candelabro de siete brazos, es uno de los símbolos más antiguos del judaísmo y representaría los arbustos en llamas que vio Moisés en el Monte Sinaí. La primera fuente bíblica que da cuenta de su existencia es Éxodo 25. Este candelabro o Menorá fue hecho en el desierto tal como lo relata el texto de la Torá. Estuvo en el tabernáculo, luego fue llevado al santuario de Shiló y más tarde se lo trasladó al Templo de Jerusalén que construyó el Rey Salomón. Según la tradición, esta Menorá fue preservada en tiempos del Rey Nabucodonosor en el Arón (Arca). La Menorá reaparece en épocas del Segundo Templo (-530 a.C). Después de la destrucción de éste a manos de Tito (año 70), junto a todos los utensilios fue sacada también la Menorá, que aparece en el friso del Arco del Triunfo romano. 
Este símbolo tiene varias interpretaciones, como que representa a los siete días de la creación. En la Kabalá (mística judía) simboliza el árbol de la vida.
Debido a su particular carácter consagrado está prohibido hacer una réplica a la que había en el Templo de Jerusalén. Por tanto, actualmente, como no contamos con el Templo, no deberían hacerse áureos candelabros de siete brazos de acuerdo al diseño de aquella Menorá. Ésta es probablemente una de las razones por las cuales el candelabro de Januca es de 9 brazos. Con el establecimiento del Estado de Israel fue designada la Menorá con los olivos a sus costados como su símbolo, reflejando así una continuidad histórica y una vigencia de 3500 años. fue adquiriendo el estatus de símbolo distintivo de la nación de Israel (infinidad de veces más judío y significativo que la estrella de seis puntas).

Escudo de Israel
En resumen, éste es símbolo de la Presencia de Dios, y de la nación de Israel. Por otra parte, a lo largo de la historia judía la estampa de la Menorá (no el objeto tridimensional en sí mismo), A veces se confunde con la Januquiá, un candelabro de nueve brazos usado en la jánuca que es erróneamente llamado menorá.El candelabro de nueve brazos, es mucho más común de encontrar, ya que este tipo de candelabro no está prohibido de hacerse (de acuerdo a la normativa judía), y además es el que se suele utilizar como recuerdo y pregón de los milagros acontecidos a Israel que se festejan en Januca. En resumen, éste simboliza el heroísmo de Israel y su supervivencia, así como la protección de Dios. En síntesis, son candelabros diferentes, con finalidades diferentes, usos diferentes, orígenes diferentes, y simbolizan diferentes aspectos del judaísmo. Lo cierto es que el candelabro con sus siete brazos representan:
  • 1.-El Espíritu de Yahvé (el brazo que se encuentra en el centro),
  • 2 y 3- Espíritu de Sabiduría y de Inteligencia (A los brazos que se encuentran a cada Lado del que está en el centro repectivamente),
  • 4 y 5- Espíritu de Consejo y Poder (A los que se ubican en el centro de cada lado repectivamente),
  • 6 y 7-Espiritú de Conocimiento y de Temor a Yahvé (los que se encuentran a cada extremo del candelabro respectivamete) (Isaias 11:2)
En la Torá se puede leer que Dios reveló el diseño de la menorá a Moisés. Una planta que crece en Israel llamada la moriah típicamente tiene siete ramas y se parece a una menorá, llevando a la teoría de que sirvió de inspiración a su diseño. Una segunda teoría del origen del diseño de la menorá se basa en lo que se conoce como la antigua cosmología hebrea. Según esta teoría, los siete brazos representan los siete cuerpos celestiales conocidos en aquel tiempo, el Sol, la Luna, así como Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. El historiador judío Josefo alude a esto en el tercer libro de sus Antigüedades de los judíos. En él, él identifica lo que interpreta como influencias paganas egipcias y griegas en el diseño del Tabernáculo y sus contenidos. Él escribe:«(...) si alguno actúa sin prejuicio, y con juicio, mirad estas cosas, encontrará que fueron hechos a imagen y semejanza del Universo (...) y sobre las siete lámparas en el candelabro, ellas representan el curso de los planetas, de los cuales viene su número (...).» Asherah. Una tercera teoría es la que la menorá se originó como el árbol de la vida simbolizando a la diosa madre Asherah. En el Pentateuco, la menorá es limpiada de todo el simbolismo politeísta.

lunes, 24 de enero de 2011

CONCILIO DE JERUSALÉN


Tinc un altre dubte. No és de la Bílbia, però està relacionat amb el menjar i pot resultar curiosa la resposta. Jesús es va criar com a jueu. Supose que s'alimentaria segons les lleis jueves. Jesús no diu cap cosa referida a què podem i què no podem menjar. Qui va decidir que els cristians podien menjar de tot? Supose que algun Concili, però no ho tinc clar. I de pas que plantege açò, plantege un altre: qui va decidir que no es practicara la circuncisió?
Antes del “famoso primer Concilio de la Iglesia”, el que se celebró en Jerusalén, hay un precedente muy importante en los Evangelios de Mateo y de Marcos que debemos tener muy en cuenta a la hora de dar una respuesta a esta duda.
En los pasajes de Mateo 15, 10-20 y de Marcos 7, 14-23 se dice: Y llamando á sí las gentes, les dijo: Oíd, y entended: No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre. Entonces llegándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los Fariseos oyendo esta palabra se ofendieron? Mas respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada. Dejadlos: son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo. Y respondiendo Pedro, le dijo: Decláranos esta parábola. Y Jesús dijo: ¿Aun también vosotros sois sin entendimiento? ¿No entendéis aún, que todo lo que entra en la boca, va al vientre, y es echado en la letrina?. Más lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, muertes, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre: que comer con las manos por lavar no contamina al hombre.”


El llamado concilio de Jerusalén es un encuentro entre los responsables de las dos grandes comunidades de la Iglesia naciente: la de Jerusalén, llena de judíos que observan la ley (613 preceptos), y la de Antioquia, llena de gentiles que viven el Evangelio libre de la ley. El relato del encuentro aparece en el centro de los Hechos de los Apóstoles (Hch 15). El futuro de la Iglesia está en juego: ¿se acepta el Evangelio libre de la ley? ¿se impone a los gentiles el legalismo judío? ¿está amenazada la unidad de la Iglesia naciente? 
La comunidad de Jerusalén tiene su origen en la misión de Jesús, que empieza en la Galilea de los gentiles (Mt 4,15) y termina en Jerusalén. Cuando evangeliza, Jesús no está solo, comparte su misión. Con él están los doce (Lc 9,1-6), los setenta y dos (10,1), las mujeres que le acompañan (8,1-3). La comunidad de Jesús está  abierta a todos aquellos que escuchan la palabra de Dios y la cumplen  (8,21).
Tras la muerte de Jesús, los discípulos, reunidos en oración, esperan el don del espíritu en compañía de algunas mujeres y de María, la madre de Jesús (Hch 1,14). Entre ellos está Santiago el Menor, que dirigirá el grupo más estrechamente vinculado a la ley (Ga 2,12). Tras la muerte de Judas, el grupo de los doce se recompone con la elección de Matías. Las condiciones requeridas son: haber acompañado a Jesús y ser testigo de su resurrección (Hch 1,15-26).
La primera comunidad cristiana recibe el don del espíritu en medio de fuertes resistencias: De repente vino del cielo un ruido como de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos (Hch 2,2-3). Es el bautismo en espíritu santo y fuego (Lc 3,26). Aparecen las constantes de la evangelización apostólica: la confesión de Jesús como Señor, la conversión, el perdón de parte de Dios, el don del espíritu, la incorporación a la comunidad, la enseñanza de los apóstoles, la comunión, la fracción del pan por las casas, la oración, muchos prodigios y señales, la comunicación de bienes (Hch 2,36-47). Denunciados ante el sanedrín, Pedro y los apóstoles responden con valentía: Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres (5,29).
En medio de diferentes tensiones, el sector griego de la comunidad adquiere organización propia con la elección de los siete (6,1-6). Se multiplica el número de discípulos y muchos sacerdotes van aceptando la fe (6,7). La denuncia profética del templo y de la ley, realizada por Esteban (uno de los siete), le supone la muerte (6,8-8,4). El encuentro de Felipe (otro de los siete) con el eunuco etíope manifiesta que la experiencia de fe desborda fronteras culturales y religiosas (8,26-40). La experiencia de Pedro en casa de Cornelio abre las puertas de la Iglesia naciente a los paganos, sin necesidad de hacerse judíos (Hch 10 y 11). El año 44 el rey Herodes hace morir por la espada a Santiago el Mayor, uno de los doce, y llega también a prender a Pedro, pero éste puede escapar (12,1-17). En la comunidad de Jerusalén miles de judíos se han hecho cristianos y todos ellos son celosos partidarios de la ley (21,20)
La comunidad de Antioquia nace con ocasión de la persecución que se centra en el sector griego de la comunidad de Jerusalén: Los que se habían dispersado cuando la persecución provocada por el caso de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquia, sin predicar la Palabra a nadie más que a los judíos. Pero había entre ellos algunos chipriotas y cirenenses que, al llegar a Antioquia, hablaban también a los griegos y les anunciaban la buena noticia del Señor Jesús. La mano del Señor estaba con ellos y un gran número recibió la fe y se convirtió al Señor. La noticia de esto llegó a oídos de la iglesia de Jerusalén y enviaron a Bernabé a Antioquia. Cuando llegó y vio la gracia de Dios se alegró y exhortaba a todos a permanecer, con corazón firme, unidos al Señor (Hch 11,19-22). Bernabé partió para Tarso en busca de Pablo y le llevó a Antioquia: Estuvieron juntos durante un año entero en la iglesia e instruyeron a muchos (11,25-26).
Pues bien, en la comunidad de Antioquia algunos que bajaron de Judea  crearon un problema que debía ser afrontado conjuntamente: Bajaron algunos de Judea que enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme a la tradición de Moisés, no podéis salvaros. Esto provocó un altercado y una seria discusión con Pablo y Bernabé. Y se decidió que Pablo y Bernabé y algunos más subieran a Jerusalén, donde los apóstoles y ancianos, para tratar esta cuestión (15,1-2). La iniciativa partió de la comunidad de Antioquia. Pablo y Bernabé no fueron convocados por los apóstoles y ancianos de Jerusalén. Los ancianos son responsables del grupo judío.
Para los judíos circuncisión y ley forman un todo inseparable. La circuncisión es el signo de la alianza que el pueblo de Israel recibe de Dios: A los ocho días será circuncidado entre vosotros todo varón (Gn 17,12). La ley muestra el cumplimiento de esa alianza en la vida ordinaria. Para el sector judío de la comunidad de Jerusalén su pertenencia a Israel es un factor esencial en la comprensión de su identidad creyente y la adhesión de los gentiles a la fe en Cristo debía pasar necesariamente por la circuncisión y la observancia de la ley. Sin embargo, no todos los grupos que componen la comunidad de Jerusalén son rigurosamente partidarios de una concepción tan estricta. El propio Pedro, en Cesarea, había bautizado al centurión romano Cornelio y a los que estaban con él (Hch 10,1-11,18) sin obligarlos a pasar por el rito de la circuncisión y por la estricta observancia de la ley.
Cuando se celebra el concilio de Jerusalén, hacia el año 48, la comunidad de Antioquia lleva ya más de diez años de existencia y ha admitido en su seno a muchos gentiles, sin imponerles la aceptación de la ley judía. Es un grupo con identidad propia: En Antioquia fue donde, por primera vez, los discípulos recibieron el nombre de cristianos (11,26). La comunidad vive el Evangelio libre de la ley judía y es plenamente iglesia de Cristo.
Los delegados de la comunidad de Antioquia atraviesan Fenicia y Samaria, contando la conversión de los gentiles y produciendo gran alegría en todos los hermanos: Llegados a Jerusalén fueron recibidos por la Iglesia y por los apóstoles y ancianos, y contaron cuanto Dios había hecho juntamente con ellos (15,4). Pero en Jerusalén hay pareceres encontrados. Algunos fariseos convertidos son firmes partidarios de la ley judía y de la necesidad de la circuncisión para todos: Se reunieron entonces los apóstoles y ancianos para tratar este asunto (15,6).
Después de una larga discusión, Pedro se levantó y les dijo: Hermanos, vosotros sabéis que ya desde los primeros días me eligió Dios entre vosotros para que por mi boca oyesen los gentiles la palabra de la buena nueva y creyeran. Y Dios, conocedor de los corazones, dio testimonio en su favor comunicándoles el espíritu santo como a nosotros y no hizo distinción alguna entre ellos y nosotros, pues purificó sus corazones con la fe. ¿Por qué, pues, ahora tentáis a Dios queriendo poner sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros pudimos sobrellevar? Nosotros creemos que nos salvamos por la gracia del Señor Jesús, del mismo modo que ellos (11,7-11).
La intervención de Pedro es decisiva. El apóstol recuerda su propia experiencia en el caso de Cornelio y saca las consecuencias, justificando el proceder de la comunidad de Antioquia. Bernabé y Pablo proclaman la acción de Dios en medio de los gentiles: Toda la asamblea calló y escucharon a Bernabé y a Pablo contar todas las señales y prodigios que Dios había obrado por medio de ellos entre los gentiles (11,12).
Finalmente interviene Santiago, responsable del grupo que observa la ley judía: Hermanos, escuchadme. Simeón ha referido cómo Dios ya al principio intervino para procurarse entre los gentiles un pueblo para su nombre. Con esto concuerdan los oráculos de los profetas, según está escrito: Después de esto volveré y reconstruiré la tienda de David que está caída, reconstruiré sus ruinas y la volveré a levantar. Para que el resto de los hombres busque al Señor y todas las naciones que han sido consagradas a mi nombre, dice el Señor que hace que estas cosas sean conocidas desde la eternidad. Por esto opino yo que no se debe molestar a los gentiles que se conviertan a Dios, sino escribirles que se abstengan de lo que ha sido contaminado por los ídolos, de la impureza, de los animales estrangulados y de la sangre (15,13-20). La tienda de David (levantada y renovada) es una señal para los gentiles que buscan a Dios. No hay que imponer la ley judía a los gentiles que se conviertan, pero los gentiles han de observar unos mínimos (ver Dt 32,17; Lv 18,6-18 y 17,10-12).
Entonces los apóstoles y ancianos, de acuerdo con toda la comunidad, deciden que dos miembros dirigentes de la comunidad de Jerusalén se desplacen a Antioquia con Pablo y Bernabé, llevando una carta en la que se dice: Habiendo sabido que algunos de entre nosotros, sin mandato nuestro, os han perturbado con sus palabras, trastornando vuestros ánimos, hemos decidido de común acuerdo elegir algunos hombres y enviarlos donde vosotros, juntamente con nuestros queridos Bernabé y Pablo, que son hombres que han entregado su vida a la causa de nuestro señor Jesucristo. Enviamos, pues, a Judas y a Silas, quienes os expondrán esto mismo de viva voz. Que hemos decidido el espíritu santo y nosotros no imponeros más cargas que estas indispensables: abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de la sangre, de los animales estrangulados y de la impureza (15,24-2). Los delegados comunican en Antioquia las decisiones tomadas y entregan la carta. Los hermanos se alegraron al recibir aquel aliento (15,31). Pablo y Timoteo difunden por doquier las decisiones tomadas en Jerusalén (16,4).
Más adelante, en Jerusalén, Santiago le recuerda a Pablo esos mínimos (21,25). Para Pablo no suponen nada nuevo (Ga 2,6). La participación en los banquetes paganos consagrados a los ídolos es algo que Pablo denuncia claramente: Si alguien te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un templo de ídolos, ¿no se creerá autorizado por su conciencia, que es débil, a comer de lo sacrificado a los ídolos? Y por tu conocimiento se pierde el débil (1 Co 8, 10-11), no podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios (10, 21). También Pablo denuncia los casos de unión ilegal o impureza; por ejemplo, el caso del incestuoso o los casos de inversión sexual (5,1-6,20; Rm 1,26-27). En cuanto a la prohibición de comer animales estrangulados y sangre es algo que  (probablemente) no debía importarle lo más mínimo.

miércoles, 19 de enero de 2011

EL VINO DE LA PASCUA JUDIA

El dia de la Santa Cena (aquest dia en valencià es pot dir Santa Cena o Sant Sopar) estaven celebrant la Pasqua Jueva. Durant la Pasqua Jueva no es poden prendre aliments fermentats. Per això, menjaven el pa sense llevat. En la Santa Cena bevien vi. El vi s'obté d'una fermentació.
"Per què bevien vi? Van infringir la llei? En la Pasqua Jueva es permetia beure vi, però no podien prendre altres aliments fermentats? Bevien suc de raïm sense alcohol?"
Kosher significa "apto o puro" en hebreo, aquello que está permitido ingerir a los judíos.
El Kashrut son las reglas alimentarias prescriptas por la Toráh, desarrolladas en el Talmud y codificadas en el Código Legal Judío "Shuljan Aruj". Son mandamientos muy precisos de cuáles son y cómo se pueden tomar y combinar los alimentos. A los prohibidos se les llama Taref.
El vino Kosher no tiene nada de especial en cuánto a técnica, variedades o elaboración, sólo representa la garantía de un modo de hacer. Según la Toráh, el vino es símbolo de plenitud eterna, modo de convertir que el cuerpo se asemeje al alma y bebida del amor divino. Y para que su pureza se transmita todo el proceso debe estar estrictamente supervisado por un rabino.
Desde las viñas y recolección, hasta el embotellado y servicio, porque también el vino kosher debe ser abierto por un judío o de lo contrario perdería su condición sagrada.
Algunas curiosidades:
- Las viñas deben tener al menos cuatro años
- No se le puede aplicar abono orgánico durante los 2 meses anteriores a la vendimia
- Toda la limpieza de maquinaria y utensilios de la bodega debe hacerlo ellos
- No se puede utilizar levaduras, enzimas, bacterias o clarificantes (sólo bentonita) que no tengan el certificado de pureza kosher
- La fermentación sólo en acero inoxidable, nada de barricas
- Nadie puede tocar ni ver el vino kosher durante su elaboración. Todo está sellado, no pueden tocar las máquinas e incluso las instalaciones se precintan cuando el rabino y sus ayudantes no están.
- El enólogo de la bodega se limitar a comunicar al rabino lo que tiene que hacer.

lunes, 17 de enero de 2011

PABLO DOMÍNGUEZ PRIETO

Pablo Domínguez Prieto (Madrid, 3 de julio de 1966 - Moncayo, 16 de febrero de 2009) fue un sacerdote diocesano y teólogo español, autor de varios libros y decano de la Facultad de Teología San Dámaso de Madrid. Impulsó, así mismo, la fundación de la Facultad de Filosofía San Dámaso de Madrid.
Estudió en San Dámaso entre 1984 y 1989, siendo ordenado sacerdote en 1991. Continuó sus estudios en filosofía en la Universidad de Münster, en la Universidad Pontificia Comillas y en la Universidad Complutense, donde obtuvo un doctorado y trabajó como capellán. Ejerció como catedrático de Filosofía sistemática en San Dámaso desde 1998.
Como filósofo y teólogo impartió numerosos cursos y conferencias y escribió varios artículos y libros, entre los que destacan Indeterminación y Verdad (1995), Concepción de la polivalencia Lógica en la Escuela de Varsovia (2001) , Teoría del contorno lógico (1999) y Lógica Modal y Ontología (2001) . Fue miembro del consejo de redacción de la revista Communio y de la Revista española de teología, así como colaborador asiduo del programa La linterna de la Iglesia en la cadena Cope. Fue profesor invitado en varias universidades,como la de Alcalá de Henares, la Facultad de Teología del Callao (Perú) y el Seminario Internacional Redemptoris Mater de Ámsterdam.
Muy aficionado al montañismo, falleció en un accidente de montaña en el Moncayo junto a la montañera y profesora Sara de Jesús Gómez, de la Universidad Francisco de Vitoria. En 2010 se publicó su «testamento espiritual», Hasta la cumbre, que recoge las conferencias que dio antes de morir en el Monasterio de Santa María de la Caridad, en Tulebras.
Sobre su vida se rodó el documental La última cima, dirigido por Juan Manuel Cotelo, y estrenado el 3 de junio de 2010.

Vídeos de Pablo Domínguez:
  •  Sobre la película "La última cima" 
 
  •  Intervención en el "Debate sobre la existencia de Dios"
  • Conferencia en el "Foro de Apologética"