Un año más estamos finalizando el curso escolar y es el momento de las matriculaciones para el próximo curso académico. Es un momento decisivo donde los padres y alumnos eligen dónde y en qué matricularse. Es un momento de elegir el centro y las diferentes optativas o vías de estudio. En este mar de decisiones muchas veces nos centramos a la hora de elegir en las posibles salidas académicas, es decir, buscamos “la utilidad" de las optativas o asignaturas que elegimos. Pues bien, quisiera incidir en una de esas asignaturas a la que podemos optar en la matrícula del próximo curso: la asignatura de Religión.
Puedes ser un no creyente o incluso un creyente y preguntarte para qué sirve y por qué está presente esta asignatura en la escuela. Hay un ambiente político y mediático que propicia y alienta la duda sobre la necesidad de esta asignatura en nombre de una sociedad más justa, tolerante y “laica”. Pero hay países y sociedades en nuestro entorno más cercano que aunque se proclaman "laicos" no han perdido en el ámbito escolar la presencia de la Religión como una asignatura fundamental; claro ejemplo son Bélgica, Dinamarca, Holanda, Finlandia, Noruega, Suecia, Alemania, Inglaterra, etc. Muchos son los países que ven importante y necesaria la presencia de esta asignatura en la escuela pública.
Las razones de la presencia de la asignatura de Religión en la escuela no dependen de unos privilegios o tratados. La respuesta está en nuestra propia Constitución y en la Declaración de los Derechos Humanos:
"Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia". Declaración Universal de los Derechos Humanos (ONU 10-12-48)
"Los poderes públicos garantizarán el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones". Constitución Española (Art. 27.3)
Es evidente que la asignatura de Religión es un derecho de todos los seres humanos. Es el derecho que tenemos las personas a la libertad de elección de religión, de creer o no creer. Las sociedades que se precien de defender las "libertades" y los "Derechos Humanos" defienden en sus legislaciones esto. Por lo tanto no es de extrañar que este derecho se ponga de manifiesto en nuestra Constitución Española. Todos tenemos ese derecho a la enseñanza tanto en el ámbito público como en el privado de nuestras creencias.
No tener la posibilidad de elegir la asignatura de religión en la escuela pública vulnera este derecho que todos tenemos. Los poderes políticos deberían tener en cuenta éste Derecho Universal de todos los creyentes o no creyentes a la educación en sus propias convicciones o creencias. La escuela debería no solamente contemplar esta asignatura sino también todas aquellas que vayan acorde con las diferentes confesiones religiosas presentes en nuestra sociedad y como no, también con aquellos que no sean creyentes y quieran recibir una educación cívico filosófica acorde con los Derechos Universales.
Todas estas serían algunas razones de por qué la asignatura de Religión está presente en la escuela pública. Hay otras por las que debería estar presente el estudio del hecho religioso en la educación. Este hecho religioso ha influido en la historia de la humanidad desde sus orígenes. Las religiones se han plasmado en la cultura y el arte de todas las sociedades. Han sido fuente de inspiración para los grandes maestros de todas las manifestaciones artísticas (música, escultura, edificios, pintura, etc.). Olvidar todo esto nos llevaría hacia la incultura. Conocer el hecho religioso como una parte fundamental de las manifestaciones artísticas es necesario para no perder nuestra cultura.
No nos dejemos engañar por argumentaciones que parten muchas veces de posiciones intolerantes o intransigentes con las creencias de otros seres humanos. Seas o no creyente te invito a defender este "derecho" en la escuela pública. Te invito a matricularte en religión. ¡APÚNTATE A RELIGIÓN! Estás en tu derecho.
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